Algunas de las empresas de alimentación más grandes del mundo comienzan a eliminar el bisfenol A (BPA) de sus envases, debido a la preocupación creciente sobre sus efectos nocivos en la salud humana.
En una encuesta que el fondo de inversión estadounidense Green Century Capital Management ha realizado entre las 26 mayores empresas de alimentos, la mitad de ellos dijeron que se comprometían a poner fin a uso del BPA, el doble de los que lo afirmaron en la misma encuesta el año pasado.
En una encuesta que el fondo de inversión estadounidense Green Century Capital Management ha realizado entre las 26 mayores empresas de alimentos, la mitad de ellos dijeron que se comprometían a poner fin a uso del BPA, el doble de los que lo afirmaron en la misma encuesta el año pasado.
Nestlé, el mayor fabricante de alimentos, afirma que dejará de usar el bisfenol A en sus productos de EE.UU. en tres años, mientras que Heinz está en "una etapa avanzada" de retirarlo de la comida para bebés en el Reino Unido, y está financiando la investigación de uno de los principales críticos del BPA. General Mills (Gigante Verde) lo ha eliminado ya de una de sus líneas, mientras que Campbell Soup dice que ha hecho "cientos" de pruebas explorando alternativas. Sin embargo, otras grandes empresas como Coca-Cola, se han negado a revelar un calendario de retirada, y sigue defendiendo que el BPA es seguro. En el cuadro de la izquierda se puede ver un resumen elaborado por Green Century Capital Management reflejando el grado de avance, de las empresas encuestadas, en la eliminación del BPA de sus productos.
El BPA es una hormona sintética utilizada para evitar la oxidación de los plásticos. Este compuesto está presente en casi todos los envases alimenticios: en las latas de refrescos, en las latas de alimentos, en los envases plásticos y en los envases de cristal donde se usa para fortalecer las tapaderas. También se usa en otros utensilios de la vida cotidiana, como en los biberones, los platos y las tazas,... Como sucede en todos los materiales que entran en contacto con los alimentos, pequeñas cantidades de BPA pueden migrar del plástico o del recubrimiento de resina a los alimentos y bebidas.
El bisfenol A es una de las numerosas sustancias que potencialmente pueden interaccionar con los sistemas hormonales del cuerpo humano (disruptores endocrinos). Se conoce desde los años 30 que puede mimetizar a los estrógenos (hormonas sexuales femeninas). Estudios llevados a cabo en las últimas décadas han probado que incluso dosis muy bajas de BPA en el organismo afecta a la secreción de insulina y a los niveles de glucosa, causa diabetes, enfermedades cardiacas, disfunciones cerebrales y problemas de comportamiento, disfunciones en el sistema reproductor del macho y de la hembra, quistes en los ovarios, fibromas intrauterinos, malformaciones en los testículos, cantidad reducida de espermatozoides, cantidad reducida de testosterona, cáncer de mama, cáncer de próstata,...
En EE.UU., donde existe una amplia concienciación ciudadana y se están desarrollando numerosas campañas de información, se han introducido leyes para restringir el uso de BPA en más de 20 estados; y Canadá lo ha catalogado como un producto químico tóxico. Mientras tanto, en Europa la regulación es mucho más permisiva, la EFSA (Agencia Europea de Seguridad Alimentaria) volvió a confirmar en Septiembre 2010 su conclusión que que los materiales hechos a base de BPA pueden ser usados de manera segura en aplicaciones en contacto con alimentos; a pesar de ello varios países europeos, como Dinamarca y recientemente Francia han aprobado leyes más restrictivas sobre su uso en alimentación.
Esta diferencia en la legislación, y en la concienciación de los consumidores sobre los efectos nocivos de esta sustancia, puede hacer que en Europa y especialmente en ciertos países más permisivos, las empresas alimentarias retrasen su decisión de eliminar los BPA. Según ha publicado el periódico inglés The Independent, en una entrevista con los responsables de Nestlé, estos dijeron "Como fabricante global y comercializador de alimentos, Nestlé toma en cuenta las necesidades locales, las diferencias culturales y preferencias de los consumidores, así como las actitudes respecto al uso de ciertos materiales. Esto podría así dar lugar a soluciones diferentes en las distintas regiones del mundo ... "
En España, se sigue la legislación Europea en relación al Bisfenol A, permitiéndose su uso en la alimentación que es considerado seguro, según los estándares de la EFSA. El 26 de marzo del 2011 y trasponiendo la directiva europea, España prohibió el uso del Bisfenol A en la fabricación de biberones, siendo ésta hasta la fecha la única medida restrictiva existente en torno a esta sustancia.
Si hemos entendido bien la afirmación del representante de Nestlé, España no estará entre los primeros países donde se puedan adquirir alimentos libres de BPA.
Fuentes: Green Century Capital Management, The Independent, Nuestro Veneno Cotidiano, AESAN - Ministerio de Sanidad y otros
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